Viernes al mediodía, el sol hace brillar el agua de la fuente de la Plaza principal de nuestra ciudad. Un grupo de manos se sumergen para refregar la ropa, con la misma energía que cada vecine viene poniendo hace tiempo para buscar una solución a la escases de agua en el Barrio La Favorita. El conflicto comenzó hace 30 años, los casi 28 mil habitantes del barrio conocen de la falta de agua, de los camiones cisterna pasando a repartir agua, muchas veces en dudosas condiciones, como aseguran las vecinas, como niegan los prestadores. El conflicto con AYSAM viene de larga data, de ida y vuelta, de papeles y más denuncias. Desde 2018 se rompió el diálogo. Vecines necesitan de ese diálogo y de la predisposición del municipio a buscar solución. Mientras tanto, en plena pandemia, en los barrios que componen La Favorita, los habitantes se las deben arregar para mantener una higiene, para cocinar y para vivir con la escasa agua que les llega.