La convocatoria fue en el Aula Magna de la Facultad de Artes y Diseño (FAD) y la excusa fue la presentación del libro “Obra Completa”, que recopila todo el trayecto del juglar mendocino. Se celebró la vida y el legado junto a amigos, familiares y la comunidad, que se unieron para destacar su valioso aporte a la cultura mendocina.
Entre los presentes se encontraban Emilio y Amaqui Marziali, hijos del homenajeado, junto con autoridades de la Universidad Nacional de Cuyo, de la provincia y la nación.
Durante su discurso, la Decana de la FAD, Laura Braconi, dio la bienvenida a los asistentes y expresó: “Es muy importante la visibilización de la obra de un cantautor mendocino que reflejaba sentires locales. No pude evitar recordar los años ochenta, época de democracia incipiente, donde había mucha necesidad de contar lo que nos pasaba después de tantos años de censura, y la obra de Marziali nos permitía imaginarnos espacios, costumbres, relatos, historias de trabajadores, un canto que hablaba de libertad y justicia, que fue marcando nuestra trayectoria universitaria y profesional. En su obra se reflejaba su gran sensibilidad social y fue una marca inolvidable en la construcción de nuestra identidad”.
Posteriormente, se conformó una mesa integrada por el Presidente de la Academia Nacional de Folclore, José Castiñeira de Dios; el compilador Juan Muñiz; y Nicolás Sosa Bacarelli, miembro de la Junta de Estudios Históricos de Mendoza. A través de distintos relatos, realizaron un profundo recorrido por la obra del cantautor, destacando su relevancia en la música y la cultura argentina.
El cierre del evento estuvo marcado por un conmovedor acto artístico que incluyó la participación de Gabriela Psenda y Federico Ortega, el Coro de Niños y Jóvenes de la UNCuyo, Nahuel Jofré, Melisa Budini, Marita Londra y Juan Falú, quienes interpretaron algunas de las canciones más emblemáticas de Marziali, llenando el Aula Magna de emoción y recuerdos.
Este encuentro no solo destacó la importancia de Jorge Marziali como un referente de la cultura mendocina, sino que también puso en valor el papel de los hacedores culturales en la construcción de nuestra identidad y memoria colectiva. La presentación del libro “Obra Completa” se consolidó como un tributo necesario para preservar y difundir el legado de quienes, como Marziali, han dejado una huella imborrable en nuestra historia.
Desde Tierra Campesina conversamos con Pablo Tornello, Secretario de Relaciones Institucionales de la FAD:
Sobre Jorge Marziali (tomado de Ecured)
Era hijo de inmigrantes italianos. El apellido de su madre era Herrera. Nació en una casa ubicada en la calle Bandera de los Andes casi esquina calle Mitre, en el pueblo de San José de Guaymallén, a 8 km al este del centro de la ciudad de Mendoza. Estudió Ciencias de la Comunicación (Periodismo) en la Universidad Nacional de Cuyo (en la ciudad de Mendoza). Se presentaba todos los fines de semana en la peña de las Chacras, donde renació la música del interior argentino, el folklore cuyano, que venía de La Tropilla de Huachi Pampa del cantor Buenaventura Luna y la voz de Antonio Tormo hasta el Nuevo Cancionero con Mercedes Sosa y Armando Tejada Gómez. Mientras estaba cursando Periodismo se publicó en 1972 su primer álbum con cuatro canciones. Trabajó en la ciudad de Mendoza como editor del periódico Clarín y del periódico El Diario, editado por el periodista Jacobo Tímerman.
El 24 de marzo de 1976 comenzó la dictadura antiperonista de Jorge Rafael Videla, que torturó a más de 100 000 militantes peronistas, asesinó a muchos miles y desapareció los cadáveres de más de 30 000. Semanas después, con 29 años de edad, le «reventaron la casa» (típico atentado terrorista que perpetraba la dictadura antiperonista contra sindicalistas, trabajadores sociales, religiosos populares y artistas). Tuvo que mudarse a la ciudad de Buenos Aires (a 1070 km al este de Mendoza), donde gracias a sus antecedentes logró ingresar en la redacción del suplemento musical del diario Clarín (periódico cómplice de la dictadura, lo que le brindaba cierta cobertura a Marziali).
En 1983, con el retorno de la democracia, se publicó su álbum debut Como un gran viento que sopla, con canciones que le pusieron palabras al calor democrático de los años ochenta, como «Este Manuel que yo canto» (dedicado al compositor folclórico Manuel J. Castilla) y «Coplas de la libertad» (con versos de Daniel Giribaldi). Sus canciones fueron replicadas por numerosos intérpretes argentinos y latinoamericanos. En ese año, Marziali, de 36 años, comenzó a dirigir un programa radial sobre música folclórica argentina en Radio Belgrano (de Buenos Aires). Se quedó a vivir en Buenos Aires hasta los años 2010.
En 1986 intentó retornar a Mendoza:
“Uno no vive pensando que le van a hacer homenajes, y cuando te lo proponen me parece una falsa modestia rechazarlo, es un mimo muy lindo. Se va a armar una guitarreada linda. No solo el homenaje me pone bien, sino el hecho que sea en recordatorio de mi nacimiento. Porque eso me parece más importante que cuando una persona muere. Generalmente, los tributos a los artistas se rinden en el día de su muerte y eso no me gusta. De joven yo intuía que mi trabajo era para hacerlo en Buenos Aires o en ciudades así de importantes, si es que uno busca algo más que un juego con el arte de la música. En general, en Mendoza o en otras provincias es todo más amateur. Una vez, en el ’86, que volví a intentar vivir aquí [en Mendoza], María Elena Walsh me dijo: «¿Qué hacés en Mendoza? ¿Con quién vas a hablar de música?». Y ahí me di cuenta de que aquí no tenía con quién compartir profesionalmente mi trabajo, y crecer.”
Jorge Marziali en julio de 2016
En 1993 compuso la banda sonora de la película El general y la fiebre, en el que también apareció como actor. En 1997 recibió el primer premio en la categoría «Canción» en la competencia por los Treinta años de la muerte del comandante argentino cubano Ernesto Che Guevara, por la canción «El niño de la estrella». En 1998 realizó una gira de recitales en La Habana. Ese mismo año, la Secretaría de Cultura de Buenos Aires lo declaró «Maestro del alma». En el álbum Padentrano (2004) Marziali cantó canciones de músicos criollos como Chabuca Granda, Armando Tejada Gómez Alfredo Zitarrosa, Buenaventura Luna e Hilario Cuadros.
Fue el creador de temas como
«Cebollita y huevo»
«Los obreros de Morón»
«Ese Manuel que yo canto»
«Coplas para la libertad»
«Elijo criollos»
«Cuando Perón era Cangallo»
«Caminando junto a Arturo Jauretche»
«Canción para empezar a irse»
«El Cuchi musiqueador»
«Elegía a la primera distancia»
«Coplas por refalosa»
«Al amor, un nombre»
«La jardinera»
«Con ese mismo corazón»
«P'al comisario»
«El ciego del subterráneo»
«Mendoza está»
«Polca miseria».
Publicó tangos y milongas ―junto a Horacio Ferrer, Alfredo Sadi, Daniel Piazzolla y Daniel Giribaldi―
En 2010 publicó el libro de poesía El amor en otro sitio. Vivía en una casa de campo en el valle cordobés de Traslasierra (a unos 50 km de la ciudad de Córdoba (en el centro de Argentina, a unos 750 km de Buenos Aires) junto a su compañera Marita Londra y su hijo Simón.
En los últimos tiempos compartió recitales por las provincias argentinas junto a su compañera Marita Londra, a la vez que acompañaba los pasos en la música de su hijo Simón.
El artista había recibido varios reconocimientos, como el de las autoridades de Guaymallén (Mendoza), su ciudad de origen, que colocaron una placa en su honor en la casa donde había nacido.
«Los obreros de Morón», «Cebollita y huevo», «Este Manuel que yo canto» y «Coplas de la libertad» son una suerte de himnos en peñas y guitarreadas, que hoy al mediodía volverán a brillar. “Hoy no tengo la necesidad de salir a cantar, lo hago por vocación. No podría estar sin cantar, sin escribir. Es un vicio. A mí me delira el alma”.
En los primeros días de julio de 2017, Jorge Marziali viajó por segunda vez a Cuba para participar ―junto a otros argentinos, como Silvia Zerbini y Pocho González― en el Festival del Caribe que se llevaría a cabo en Santiago de Cuba (en el extremo sur de la isla) y en Santa Clara. En los días siguientes Marziali consultó con un médico santiaguero debido a algunos malestares.
El viernes 7 de julio de 2017, entre fervorosos aplausos, realizó su actuación en Santiago de Cuba con su canción «El niño de la estrella”, dedicada al Che. El domingo 9 de julio viajó los 607 km desde Santiago de Cuba hasta la ciudad de Santa Clara (en el centro de la isla) para visitar la tumba de Ernesto Che Guevara. Cuando se encontraba en el mausoleo que guarda los restos del héroe revolucionario argentino-cubano, en compañía de su pareja, la cantora entrerriana Marita Londra, y el actor cordobés José Luis Serrano (conocido por su personaje folclórico televisivo Doña Jovita), Jorge Marziali sufrió un infarto y falleció en el lugar.