No es lluvia, es agua cloacal!

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Las cloacas explotadas con aguas servidas ya son, lamentablemente, parte del paisaje cotidiano de la ciudad de San Luis. Y es que cada vez más seguido, les puntanes caminan, tanto en el microcentro como en los barrios populares, por calles donde los líquidos cloacales corren como río por las calles puntanas.

El lunes 24 de febrero, día de inicio de clases en la ciudad, la calle 25 de Mayo en la zona del Barrio Rawson, amaneció con cuadras y cuadras de aguas servidas confundiéndose con el agua de la necesaria lluvia que cayó en la madrugada. Pero la confusión duró unos segundos, porque el olor nauseabundo va invadiendo cada rincón y les vecinos, en lugar de disfrutar el aire fresco de la lluvia, se ven obligades a cerrar ventanas para evitar que el olor a podrido sea parte del aroma familiar.

“Siempre pasa lo mismo”, explica Jorge, vecino del Barrio Rawson, mientras intenta cruzar por la esquina de 25 de Mayo y Rawson surfeando entre aguas cloacales que van de esquina a esquina y automóviles que salpican como si fuera agua de lluvia.

El vecino agrega que “ningún gobierno soluciona esto y cada año empeora. Eso sí, en época de campaña electoral, las promesas siempre están. Pero cuando ganan, las cloacas siguen igual y nosotros terminamos caminando entre aguas servidas con todas las enfermedades que eso trae”.

¿Cómo afecta a la salud y al ambiente el desborde de líquidos cloacales en las calles de San Luis?

Según un estudio realizado en el 2006 por Joaquín Navarro, doctor en Ciencias Biológicas y profesor Asociado de la Cátedra de Problemática Ambiental de la Universidad Nacional de Córdoba y difundido en ese periodo por el Foro Ambiental Córdoba, el origen de los vertidos cloacales “está relacionado a que el paulatino crecimiento poblacional y edilicio de la ciudad capital (por la ciudad de Córdoba) no ha sido acompañado por una planificación e inversión acorde destinada al mantenimiento y crecimiento de la red cloacal, la cual en el presente resulta insuficiente y obsoleta”. Este análisis puede aplicarse con exactitud a la ciudad de San Luis.

En la última parte del mencionado informe se detalla que “la presencia y circulación de líquidos cloacales crudos (sin tratamiento) a cielo abierto, pueden traer consecuencias de diferente tipo y gravedad, tanto para las personas que residen en las inmediaciones como para transeúntes frecuentes u ocasionales, entre las que pueden mencionarse:

Para la salud:
-“Las aguas cloacales sin tratamiento son portadoras de bacterias entéricas, como por ejemplo Escherichia coli (que precisamente es utilizada como un indicador de contaminación fecal de aguas). Si bien la mayoría de las cepas de esta bacteria son inocuas y viven en los intestinos de los seres humanos y animales saludables, existe unacepa (llamada O157:H7) que produce una potente toxina que es responsable de severas diarreas y del síndrome urémico hemolítico, que puede afectar seriamente a los niños pequeños y a los ancianos. Además de esta bacteria, suelen estar presentes otras altamente peligrosas para la salud (por ejemplo especies de los Géneros Salmonella, Shigella, Leptospira, Campylobacter jejuni y el Vibrio cholerae). Todas estas generan trastornos que van desde fiebre, debilidad, nauseas, retortijones, vómitos y calambres, hasta enfermedades entéricas y pulmonares graves (por ejemplo: diarreas, shigelosis, fiebre tifoidea, leptospirosis y cólera).     -Estas aguas negras pueden servir a la transmisión de diversos virus (Adenovirus, Rotavirus, Enterovirus, Virus Norwalk), por ejemplo agentes causales de afecciones intestinales y el responsable de la poliomielitis y el de la hepatitis A.
-Pueden encontrarse asimismo hongos microscópicos, como por ejemplo Aspergillus. Cerca de veinte especies de este hongo son causantes de un grupo de enfermedades (denominadas aspergillosis) que afectan a los seres humanos y animales (peces, mamíferos, aves e insectos). Estas dolencias van desde cuadros de tipo alérgico (broncopulmonares y sinusitis), hasta infecciones generalizadas que ponen en riesgo la vida de las personas que sufren alteraciones del sistema inmunológico. Algunas especies de este hongo pueden contaminar granos y raciones almacenados, produciendo varios tipos de toxinas, cuya ingestión puede inducir efectos letales o cancerígenos, particularmente en animales.
-También en las aguas cloacales pueden hallarse diversos parásitos intestinales, como protozoarios (ej.: Entamoeba, Cryptosporidium parvum, Balantidium coli y Giardia lamblia), gusanos helmintos como nemátodos (Ascaris lumbricoides), Ancylostoma, Trichuris y huevos de tenias. La ruta primaria de exposición a los múltiples organismos presentes en aguas negras, es el contacto mano-boca o la “ruta fecal-oral”, la cual puede ocurrir durante ingestión de alimentos o agua (contaminadas directamente por salpicadura, manipulación sin observar higiene adecuada de manos o utensilios, o indirectamente por agentes vectores, como por ejemplo las moscas), al fumar, o al tocarse el rostro con las manos o guantes contaminados. La inhalación de aerosoles conteniendo microorganismos es menos común, pero puede ser una vía importante de ingreso de estos organismos en determinadas situaciones. En el caso particular que tratamos aquí, el tránsito vehicular genera aerosoles y abundantes salpicaduras, que llegan directamente a las personas, animales, ropas, etc. y que además pueden transportarse por acción del viento hasta una distancia considerable. Si bien la absorción de éstos microorganismos a través de la piel es poco probable, puede darse cuando ésta se encuentra dañada previamente (sea por cortes, raspones, pinchazos, quemaduras o herida de otro tipo). Las membranas mucosas (en nariz y ojos) también proveen una vía de entrada más a los organismos patógenos.                                          -Finalmente, en esta agua suelen existir otros elementos contaminantes como por ejemplo hidrocarburos como el diclorobenceno (provenientes de las pastillas desodorantes de inodoros) y alquil-benceno (provenientes de los detergentes biodegradables), y eventualmente hasta desechos origen industrial, cuya presencia y concentración varían considerablemente, de acuerdo a la época del año y a la existencia o no de conexiones clandestinas a la red cloacal”.

Además, el estudio realizado por el doctor en Ciencias Biológicas de Córdoba, explica que los líquidos cloacales sin su debido tratamiento también arrojan perjuicios para el ambiente ya que pueden afectar no solamente la salud humana, sino también la de animales domésticos y silvestres. Entre los daños, se mencionan los siguientes:

-”Las aguas servidas que circulan por las calles pueden llegar hasta algún curso de agua (ríos). De esta forma aportan, por un lado, los agentes infecciosos ya mencionados que contaminan el agua volviéndola no apta para el consumo y el baño, y por el otro, llevan cantidades importantes de materia orgánica, fósforo y nitrógeno, que a su vez producen eutrofización (crecimiento desmedido de algas, diatomeas y plantas acuáticas) en zonas en que el agua tiene circulación lenta. Este proceso, a su vez, desencadena el crecimiento acelerado de bacterias aeróbicas que utilizan cantidades crecientes de oxígeno para degradar la materia orgánica presente. Como consecuencia de ello, decrece la concentración de oxígeno disuelto en el agua y se produce la mortalidad de las especies de la fauna acuática que son menos tolerantes a bajos niveles de este elemento.
-Por otra parte, la persistencia de estos líquidos en las zonas más bajas, que permanecen anegadas, produce la contaminación de los suelos y de las napas de agua subsuperficiales, tornándolas no aptas para higienización y consumo humano.

-Si las zonas afectadas poseen suelos inestables, de naturaleza erosionable o potencialmente colapsable, la presencia constante de estos líquidos puede generar hundimientos en el terreno, e incluso amenazar estructuras al descalzar fundaciones y afectar estética y estructuralmente viviendas y otras construcciones humanas.
-Asimismo, las calles de tierra o consolidadas y particularmente los pavimentos, se deterioran muy rápidamente por la acción combinada de la presencia frecuente o permanente de líquido y el tránsito vehicular intenso.
-Por sus características, estas aguas además de ser riesgosas para la salud, tienen olor y aspecto desagradable. Esto genera rechazo y una mala imagen, por lo que las zonas afectadas tienden a ser evitadas por los mismos pobladores y los turistas, desencadenando así impactos negativos indirectos en la valorización de las propiedades y en la actividad económica a escala zonal.
-Finalmente, debe considerarse que todo lo antes mencionado tiene un impacto económico, ya que genera mayores costos para mitigar o remediar los impactos negativos ambientales, sanitarios, edilicios, comerciales y turísticos”.

Es decir que el recurrente desborde de líquidos cloacales en la vía pública y su escurrimiento, originan en la ciudad una serie de riesgos ambientales y sanitarios, así como costos económicos adicionales para los habitantes, ya sea de manera directa e indirecta.

Entonces, qué sucede con las sucesivas gestiones municipales que sólo se pasan la pelota y no toman medidas estructurales para enfrentar y remediar este problema.

Qué pasa que la intendencia punta de Gastón Hissa, en lugar de echarle la culpa a la gestión anterior, no le otorga a este problema la atención que merece para que les puntanes no caminen entre aguas cloacales como si fuera algo cotidiano a lo que hay que acostumbrarse.