El Monumento Histórico Nacional ha sido reparado junto a la comunidad, respetando las técnicas ancestrales. Se desarrolló un proyecto de más de 30 millones de pesos para la reparación, refuerzo y consolidación de todo el edificio que resguarda en sus muros la historia y cultura de la comunidad lagunera.
La Capilla construida originalmente en 1609, es el centro espiritual y social de la Comunidad de Lagunas del Rosario, cuna de uno de los asentamientos Huarpes de más relevancia de la provincia de Mendoza y su consolidación es una acción de conservación patrimonial.
El Municipio presentó este proyecto ante el gobierno nacional, diseñado por especialistas en este tipo de construcción, quienes conformaron el equipo técnico fueron la arquitecta Ana María Castillo, en la dirección de arquitectura, armado y presentación de documentación, junto al ingeniero Daniel García Gei, quien estuvo a cargo del sistema de consolidación, cálculo de estructura, cómputo de materiales y dirección de estructructura.
Compartimos la intervención de Castillo y García Gei durante los actos inaugurales:
También intervino la mirada técnica de la Comisión Nacional de Monumentos, Lugares y Bienes Históricos (CNMLBH) para la ejecución de los trabajos de reparación, refuerzo y consolidación de todo el edificio de la Capilla del Rosario.
Un equipo de hombres y mujeres de la comunidad de Lagunas del Rosario se encargó de ejecutar la obra con un gran compromiso técnico, pero sobre todo afectivo que les une a este sitio, mientras que el municipio Municipalidad tomó a su cargo la construcción y administración de la misma.
Conversamos con Daniel Quiroga, presidente de la Comisión de la Capilla, quien tuvo a cargo la dirección de la obra a nivel local, y condujo al equipo de los y las laguneros que trabajaron:
Los trabajos realizados abarcan una serie de sujeciones del conjunto de paredes del sector sur, que incluyó al muro sur, la torre campanario y los muros laterales SE y SO, en tres niveles, replicando y reemplazando las trabas de madera originales; efectuadas con tirantes de madera dura de quebracho, canteada in situ, y ubicadas a ambos lados del muro (interior y exterior), cabe destacar que aún se conservan trabas de madera en la parte inferior de la capilla, después del terremoto de 1861.
Adicionalmente, se enmallaron con tejido romboidal revestido en PVC, exterior e interior de torre, muro sur y muro del reprofundo, vinculando ambos tejidos con alambre de la misma malla destejida, y en el ábside, sólo por el exterior, para generar refuerzos que controlen los posibles desplazamientos entre mampuestos, con lo que se evitaría el desplome y segregación de los mismos.
Se reparó el campanil, colocando un zuncho con tensores de acero, a la altura de la base de la cúpula, que se fue ajustando hasta alcanzar la verticalidad y un refuerzo interior con una estructura triangulada de perfiles de acero, sobre cimentación de tierra apisonada (tapial).
La cubierta y pendientes de techo se mejoraron, para que las aguas pluviales no dañen los paramentos verticales ni generen humedad en los cimientos de la capilla. Se llevaron a cabo revoques de barro y pintura a la cal en interiores y exteriores.
El actual edificio de adobe, que se construyó en 1753, se ve afectado seriamente por el terremoto del 20 de marzo de 1861. Fue reconstruída en 1864, pero invirtiendo al norte el acceso a la capilla. Se construye un atrio con el coro en la parte superior y se levanta un falso ábside al sur. Sólo subsistieron las cimentaciones de adobe y parte de los muros hasta 2,50 y 3 metros de altura.
En los siguientes 160 años no se intervino la estructura de la Capilla. Algunas intervenciones se ocuparon de reparar pérdidas de material en el espesor de muros, revoques, enlucidos, pinturas y cubiertas de techos.
En la última década, se registraron desplazamientos y separaciones entre los muros que conforman el ábside, el altar, el campanil y el local denominado “de-profundis” (reprofundo). Observándose un desplome y grietas en la torre campanario. En 2019 se colocaron castilletes en todo el sector para impedir un posible derrumbe y se realizaron testigos de yeso en las fisuras y grietas para conocer su incremento en el tiempo.
Finalmente escuchamos las palabras del intendente municipal, Edgardo González, quien invita a la sociedad toda a participar de la fiesta patronal en honor a Nuestra Señora del Rosario, a realizarse el fin de semana que viene: