Luego de lo ocurrido en Jocolí, Lavalle, donde una empresaria de origen rosarino intentó, por la fuerza y con amenazas de gente armada, intimidar a la comunidad campesina de La Estación, perteneciente a la Unión de Trabajador@s Rurales Sin Tierra (UST), para quedarse con el campo comunitario que las familias trabajan desde hace generaciones, y que la comunidad reaccionara defendiendo su posesión, todo se mantiene en una tensa calma.