Hace unos días la agrupación ambientalista Jóvenes por el Clima publicó en sus redes sociales algo que dejó a más de uno con la boca abierta. En una publicación conjunta con la empresa Bioceres, defendieron los beneficios de los cultivos transgénicos y la biotecnología. La Red de Pueblos Fumigados les salió al cruce.
El greenwashing, que podría ser traducido como “lavado verde” es cuando una empresa o grupo presenta medidas ecológicamente responsables o de cuidado del ambiente, con el fin de mejorar su imagen, mientras que sus prácticas son todo lo contrario. Parece ser lo que está pasando en este caso.
Bioceres es la empresa detrás del trigo HB4, un tipo de trigo transgénico que, entre otras cosas, resiste el glufosinato de amonio, un herbicida 15 veces más tóxico que el glifosato. Es ampliamente cuestionado y prohibido en muchos países por su toxicidad aguda y sus efectos neurotóxicos, es letal para organismos que contribuyen naturalmente a mantener la dinámica de los agroecosistemas: arañas, ácaros, artrópodos depredadores, mariposas y otros polinizadores y microorganismos del suelo.
Desde la Red Plurinacional de Pueblos Fumigados (RPPF) señalan que el verdadero costo de todo esto no solo tiene que ver con el impacto ambiental, sino también con la salud humana y la calidad de los suelos. Y en un duro comunicado salieron el cruce de la agrupación juvenil:
El biólogo y filósofo Guillermo Folguera, integrante de la mencionada Red, explicó, en diálogo con Tierra Campesina, el análsis que hacen respecto a este llamativo apoyo de Jóvenes por el Clima a Bioceres. Sorprende, según Folguera, no es sólo el hecho de que la organización respalde la biotecnología, sino el hecho de que lo haga junto a una empresa que ha sido señalada por prácticas peligrosas para el medio ambiente y la salud: “es como si Greenpeace hiciera una publicación con Monsanto“, explica.
Este apoyo a la biotecnología no queda en el plano de las redes sociales: “el trigo HB4 ya está siendo cultivado y, lo más preocupante, ni siquiera se está etiquetando como transgénico. Esto significa que, aunque estemos consumiendo productos como pan, fideos o galletas, es muy probable que estemos comiendo trigo transgénico sin saberlo” señala. “No se puede ser ambientalista y defender este tipo de empresas“, sentenció respecto a la publicación en cuestión.
Compartimos a continuación la entrevista completa a Guillermo Folgura de la RPPF:
¿Cruje Jóvenes por el Clima?
Intentamos entrevistar a referentes de Jóvenes por el Clima Mendoza, el capítulo provincial de la agrupación, en busca de una explicación a la publicación. Nos informaron que están debatiendo internamente el contenido de la publicación y la alianza, ya que la misma se realizó desde Buenos Aires.