Un clásico del litoral que hace justicia con el obrero rural

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Hoy en una que sepamos todes, un recontraclásico de la música del litoral,
denunciadora de injusticias: “El Mensú”.

Es una galopa compuesta e interpretada por el histórico músico misionero Ramón Ayala, que le valió a él mismo su apodo: El Mensú. Cuenta Ramón Gumercindo Cidade que eligió ese apellido artístico porque “es el más común en la zona donde nací y crecí y quise identificarme con mi hermano de la tierra hasta con el nombre”.

Mensú es el nombre que recibe el trabajador rural de la selva en la zona de Paraguay y las provincias argentinas de Corrientes y Misiones, y en particular el trabajador de las plantaciones de yerba mate. El término, de origen guaraní, proviene de la palabra española “mensual”, referida a la frecuencia del pago del salario. Históricamente, el trabajo del mensú ha sido tradicionalmente considerado un régimen servil o semi-esclavo.

Joselo Schuap, reconocido músico litoraleño de nuevas generaciones resume respecto al tema del gran Ayala:


Un tema representativo de nuestra provincia y creo yo una de las canciones que por hablar del trabajador es uno de los temas más importantes de nuestra discografía. Habla del que cosecha la yerba, que deja su sangre en esa tierra para que luego con el paso del tiempo descubramos que no sólo hay mensúes en el yerbal sino también en Buenos Aires, cuando vemos a los cartoneros que también viven de la misma manera y tienen el mismo concepto del mensú de Misiones. Podemos ver a taxistas que viven como el mensú, maestros de escuela y secretarias de oficina que tienen aire acondicionado pero que también son de la misma forma, por como les pagan y como viven, el mensú a veces también usa saco y corbata. Principalmente creemos que la yerba, que es el producto de nuestra provincia y es pagada con la miseria de los 16 centavos por el kilo de hoja verde también se reproduce en otras latitudes y en otros campos laborales”.


Ayala fue además creador de un ritmo litoraleño propio: el gualambao. Fue creado ante “la necesidad de sintetizar en una sola especie los ritmos regionales de influencia fronteriza, que tanto identifican a nuestra provincia”, dice su creador. Producto de la observación y del asombro, el gualambao se compone de melodía guaraní y ritmo afro, con una única misión: “…vestir la selva, el Iguazú y los duendes de la tierra con un traje excepcional, de amplio espectro”.

Al comienzo de esta nota escuchamos la versión original de “El Mensú” de Ramón Ayala de 1963.

A continuación compartimos la particular y exquisita versión de Juan Carlos Baglietto y Lito Vitale del disco “Postales del Alma” de 1999. Que la disfruten…