Pablo, es una de las tantas personas que se encuentran en situación de calle en nuestra provincia. Realidad que se ve a diario y lastimosamente va en aumento.
Pablo llegó de Rosario y junto a su pareja y otras 10 personas pasan la noche a la vera del camino, cerca del Parque O´Higgins. “Para pasar el frío tenemos una olla de aluminio que es bastante grandecita, y conseguimos leña, con eso calentamos las cosas y el agua la conseguimos de la iglesia que está a media cuadra, y dos días en la semana nos dan en La Merced para bañarnos”.
Para subsistir, Pablo recorre las calles de la ciudad con un carro caminando cerca de 10 horas diarias recuperando cartón, botellas plásticas, etc. “Todos los que estamos acá trabajamos… yo trabajo de reciclador, ellos limpian vidrios, cuidan autos, venden helados y así todos los chicos hacen su labor en el día para ganarse unos pesitos”.
La multiplicidad de factores que retratan cada situación tienen como elementos comunes la dificultad de acceder a un alquiler, porque lejos queda la idea de acceder a una vivienda cuando el Estado no da respuesta a los sectores más empobrecidos para dársela en su lugar a periodistas de medios amigos del poder. “En las pensiones no hay lugar, y si hay lugar no alquilan para parejas y eso nos complica a nosotros para conseguir alquiler“, comentó Pablo y agregó: “Desde Desarrollo Social se acercaron acá hace dos meses y medio, y prometieron que nos iban a ayudar para salir de acá y la hicieron re larga, hicimos lo que ellos nos pidieron que nos fue engorroso pero no nos dieron el monto para alquilar… nos brindaron 40mil pesos que son dos días de comida. Y duele porque teníamos esperanza de salir de acá y empezar otra vida, porque la verdad todo humano necesita un techo, pero no un tinglado así como estamos… los que tienen el poder que nos den una solución”.