Se realizó un encuentro de mujeres campesinas y populares de Cuyo

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El pasado fin de semana más de 50 Mujeres campesinas y populares de Cuyo se juntaron para compartir dos días de intercambio, charlas y cuidados, el encuentro que llevo por nombre “Tejiendo Resistencias” se realizó en la cooperativa de trabajo Martina Chapanay de Encon San Juan y fue organizado por la UST Campesina y Territorial de Mendoza, dejando en evidencia las diferentes problemáticas del sector, poniendo como eje transversal y fundamental el cuidado individual y colectivo en estos tiempos donde cada día se vulneran derechos que llevaron años conseguir.

El encuentro fue realizado por las mujeres de la UST Campesina y Territorial, organización de familias productoras campesinas e indígenas de la provincia de Mendoza, que tiene más de 20 años de organización en diferentes territorios de la provincia, teniendo como ejes principales la lucha por el agua, la tierra, soberanía alimentaria, trabajo y los derechos de las mujeres.

Verónica Pascual, integrante de la UST Campesina y Territorial nos cuenta detalles al respecto.

Las mas de 50 mujeres fueron recibidas por compañeras de la cooperativa de trabajo Martina Chapanay ubicada en Encon provincia de San Juan. La cooperativa como tal, funciona hace 4 años tiene en funcionamiento diferentes espacios como una radio comunitaria, un merendero, una biblioteca, y es fuente de trabajo para varones pero fundamentalmente para las mujeres del lugar, que llevan a cabo diferentes actividades productivas como, costura, serigrafía, panificación, elaboración de conservas, etc.

Soledad Mancilla, es parte de la cooperativa Martina Chapanay, participo del encuentro y nos cuenta sobre la experiencia vivida.

No se olviden nunca que solo hace falta una crisis política, económica o religiosa para que los derechos de las mujeres vuelvan a ser cuestionados. Nunca den estos derechos como ganados, tienen que estar atentas toda la vida.”

Simone de Beauvoir

El trabajo territorial de estas y otras organizaciones que fueron parte del encuentro, quedo expuesto en los grupos de trabajo que se organizaron para charlar de las diferentes problemáticas que viven las mujeres tanto en los ámbitos rurales y urbanos de estas provincias.

• Falta de Espacios de cuidados para niños y niñas. (Mientras las madres trabajan)

• Falta de actividades deportivas, formativas y recreativas para las infancias y juventudes

• Acceso a la salud: (información, salud sexual y reproductiva, salud mental, turnos diferidos, médicos especializados en diferentes áreas, realización de estudios complejos, etc.)

• Cierre del área de la mujer.

• No hay ningún tipo de capacitación Laboral

• Caminos en muy malas condiciones.

• Acceso al agua de calidad para producción y consumo.

Estas son solo algunas de las problemáticas que a diario se enfrentan las mujeres de estas zonas.

El encuentro no solo quedó en las quejas de las diferentes problemáticas, colectivamente se pensaron estrategias para hacer frente a estas dificultades, además del cuidado colectivo que se dio en todo momento, soltando el cuerpo, dejando salir angustias y opresiones por años cargadas, dejando volar la imaginación para los momentos de juego, dibujos y escritura de cuentos e historias.

Les compartimos a continuación uno de los cuentos elaborados por uno de los grupos.

Acceso a la justicia

Había una vez tres chicas libres que conocieron el amor, el deseo y la tristeza. Un día se encontraron con unos lobos disfrazados de corderos, que les prometieron amor, trabajo y buen trato. Ellas aceptaron encantadas y se fueron con ellos. Al principio era un jardín de rosas, el cual se convirtió en un jardín de espinas blancas y de chañar. Estas crecían cada día más porque se alimentaban con el dolor, la tristeza y la violencia que sufría cada una de ellas. A su vez, era tan grande el hechizo que no podían escuchar otra voz que no fuera la del lobo.

Casualmente, una bruja escuchó sus llantos y sus lamentos. Entonces, se acercó a ver qué pasaba. Se encontró con tres mujeres enjauladas llenas de espinas. Con mucho esfuerzo y persistencia, pudo romper el hechizo para que puedan escuchar otras voces. Ella las ayudó a salir de las jaulas y les mostró el camino a seguir, advirtiéndoles que no sería fácil y les esperaba un gran desafío por delante: debían atravesar un gran laberinto para llegar a ser libres.

Las mujeres entraron al laberinto juntas, donde se encontraron con burlas, maltrato verbal, falta de respeto y más. Lo cual una de ellas se encuentra con un cuervo que la desanima y eso hace que no pueda seguir y se devolvió a la jaula. La otra se quedó a mitad de camino porque fue alcanzada por el lobo y la mata. La última se encuentra con una mariposa que la guía en su camino y logra salir del laberinto y encontrar la libertad.